miércoles, 13 de febrero de 2013

La pobreza no se acaba a punta de nuevos indicadores’


El director del DPS dice que para superar la pobreza en el país se requiere “pasar de la pirámide al rombo social”, es decir, apoyar a los pobres y darles alternativas para que ingresen a la clase media.

Luego de quince meses al frente del Departamento para la Prosperidad Social, el economista Bruce Mac Master advierte que Colombia, “desde hace muchos años, carece de un modelo de desarrollo social”.
Por esa razón, su estrategia para disminuir los índices de pobreza en el país se ha enfocado en desarrollar un nuevo esquema, de largo plazo, en el que la clase media no solo crece, sino que se se fortalece. En entrevista con Portafolio, habla de los principales pilares de su gestión.
¿En qué consiste su idea de cambiar la pirámide social por el ‘rombo’ social?
El ejercicio de superación de pobreza adquiere relevancia cuando se piensa a largo plazo. Es decir, buscar -no solo reducir el número de personas en condición de pobreza y pobreza extrema- aumentar la clase media.
Esto tiene sentido cuando se piensa qué se va a hacer con esos pobres una vez se sacan de esa condición. Lo que le propuse al presidente Santos fue un modelo de desarrollo que logre convertir esa gran pirámide social en un rombo, y por eso digo que Colombia debe hacer esa migración, es decir, un país con menos pobres y creando capital humano y capital social, para lograr una economía más robusta.
¿Y cómo se logra un cambio tan ambicioso?
Hoy, Colombia tiene un ingreso disponible para el consumo cercano a 9 billones de pesos mensuales, y la clase media es el 25 por ciento de la población. Hace 12 años era el 16 por ciento, eso indica que todavía hay un índice de movilidad social grande. Al mirar los promedios del resto de América Latina, países como México tienen el 43 por ciento de su población en clase media y Chile, cerca del 51 por ciento.
No aspiramos a ser Chile, pero sí mejor que México: migrar del 25 por ciento al 47 por ciento, para que el ingreso disponible para el consumo no sea de 9 billones de pesos mensuales, sino que sea de 17 billones mensuales de acá al 2020.
En ese sentido, ¿qué logros ha tenido su gestión?
Estamos aumentando la inversión social. En Familias en Acción pasamos de 2 millones a 2,3 millones de familias en un año y ahora la meta son 2,6 millones de beneficiarios. Ese era un programa que tenía los días contados y lo volvimos Ley de la República. Jóvenes en Acción es un proyecto nuevo que beneficia a 120 mil muchachos para que cuando salgan del colegio puedan estudiar y no se vayan para el ‘rebusque’.
Hoy llegamos a 1.102 municipios, tenemos 1.685 cogestores de la Red Unidos. El presupuesto de inversión lo subimos de 1,1 billones de pesos a 1,8 billones. Por eso digo que soy ‘el economista de la calle’, voy por los pueblos tratando de entender cómo lo macro afecta lo micro, a la familia, a las comunidades, para darles soluciones. Una persona que no se educa, que no tiene salud, que no tiene casa, no saldrá de la pobreza a punta de indicadores.

Hay quienes afirman que la pobreza desciende porque se cambió el modelo de medición...
El que dice eso es porque no hizo la tarea ni leyó un documento público que aparece en el Dane sobre las dos metodologías. Bajo el método antigua, las reducciones de pobreza logradas serían significativamente mayores a las que hemos registrado con la nueva metodología. Cuando arrancamos se manejaba la cifra de 37 por ciento y terminamos el 2011 en 34,1 por ciento. Bajo la metodología anterior, la reducción sería de siete puntos. Otra crítica es que somos proteccionistas. Se dice que la gente no busca trabajo porque recibe el subsidio de Familias en Acción. Quien me diga que un jefe de hogar con necesidades no sale a trabajar porque recibe 100 mil pesos, es alguien que no entiende el lío del país.
El papel del DPS en la estrategia de las 100.000 viviendas gratis
“Uno de los esfuerzos más grandes que hace este Gobierno es tener mecanismos técnicos de focalización del gasto social. Eso significa que si se van a gastar $ 5,6 billones en vivienda, tiene todo el sentido escoger bien a quien se le entregan las casas. El DPS se es la entidad localizadora que permite identificar cómo hacer ese gasto social en todo el Gobierno.
El DPS identifica para el Ministerio de Vivienda y Presidencia los universos de posibles adjudicatarios de las 100 mil viviendas con subsidio pleno.
Tomamos de la Red Unidos, Familias en Acción y Sisbén, e identificamos de acuerdo con lo que planee el Gobierno entregar por región o ciudad, el número de personas que serían aptas para ser beneficiarias. Lo que sigue es un mecanismo de selección objetiva, es decir sorteos.

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