Ingresos en varios temas aprobados en el ajuste siguen siendo inferiores al
planteamiento inicial.
La reforma tributaria que avanza en el Congreso de la República dista cada
vez más de ser neutra.
Aunque las cuentas más recientes del Ministerio de Hacienda y la Dian hablan
de un faltante de medio billón de pesos anuales, lo cierto es que está contando
con ingresos difíciles que antes no entraban en los cálculos, como las ganancias
ocasionales, las facilidades de pago y las normas antievasión.
Esto, sin incluir que ayer se aprobaron algunos artículos y proposiciones que
golpearán aún más el recaudo.
Entre ellos está la baja de 400 pesos en el impuesto a la gasolina, que en la
práctica representan 400.000 millones de pesos.
La propuesta inicial del Gobierno era de una reducción de 200 pesos.
De todas formas, hay rubros en los que los ingresos serán inferiores frente a
lo que se planteó en un comienzo.
En el caso del Iman, es decir, el impuesto a los salarios, los cálculos más
recientes arrojan que en 2014 el recaudo sería de 4,38 billones, en comparación
con 5,05 billones de la estimación inicial.
En cuanto al IVA y el impuesto al consumo, con el cual se esperaban ingresos
por un billón de pesos en el 2014.
Sin embargo, en las cuentas presentadas ayer se estima que el recaudo será de
720.000 millones de pesos.
A su vez, con el ajuste en ganancia ocasional, se proyecta que la entrada de
recursos en 2014 será de 1,55 billones de pesos.
Vale la pena recordar que, según cifras de la Dian, en el 2011 el recaudo por
este concepto fue de 367.000 millones de pesos.
Mientras tanto, el Gobierno espera que el recaudo por facilidades de pago sea
de 900.000 millones de pesos en 2014, y que por normas antievasión sea de
702.000 millones de pesos.
Las nuevas cuentas del Gobierno dicen que en el 2014 el recaudo por concepto
del Cree del 8 por ciento, sería de 10,4 billones de pesos, valor levemente
superior al del planteamiento inicial. No obstante, hay que tener en cuenta que
la totalidad de estos recursos están comprometidos para sustituir los
parafiscales, de tal manera que serán dirigidos al Icbf, al Sena y al sistema de
salud.
Y aunque el Senado aprobó un Cree del 9 por ciento, ese punto adicional
también tiene un destino fijo, que son las universidades públicas.
Conocedores de estos temas señalan que, a más tardar mañana, el Gobierno debe
tomar medidas para lograr un equilibrio en las cuentas.
CONGRESO AVALÓ IMPUESTO DEL CREE PARA LAS EMPRESAS, CON UNA TARIFA
DEL 9 %
El objetivo sería destinar los recursos del punto adicional a educación,
salud e incluso agricultura.
Uno de los planteamientos de la reforma que más debate ha generado es la
reducción del impuesto de renta para las empresas del 33 al 25 por ciento y la
eliminación de los parafiscales.
Para compensar esto, se planteó la creación de un impuesto a las utilidades,
más conocido como el Cree.
La propuesta inicial del Gobierno era una tarifa del 8 por ciento, recursos
que en su totalidad se destinarán al Sena, el Instituto Colombiano de Bienestar
Familiar y el sistema de salud.
Sin embargo, el Senado de la República decidió aprobar un punto adicional en
esta contribución.
De todas formas, al cierre de esta edición, el debate se había reabierto en
dicha corporación, al tiempo que la Cámara de Representantes también evaluaba la
posibilidad de votar una tarifa del 9 por ciento en el Cree.
Según explicaron los legisladores, la idea es que los recursos adicionales
(unos 1,2 billones de pesos), se destinen a distintos temas, que podrían ser
educación pública, salud e incluso agricultura.
Adicionalmente, la propuesta contempla que la aplicación de este punto
adicional no sería permanente, sino que se produciría únicamente por dos
años.
Ayer, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, se mostró en desacuerdo con
la decisión de incrementar al 9 por ciento la tributación a las utilidades de
las empresas.
Entre tanto, tanto la Cámara como el Senado decidieron tumbar el artículo
191, que contemplaba la deducción del IVA para las licoreras.
Según los congresistas, esto podría restarle entre 45.000 y 50.000 millones
de pesos anuales al sistema de salud en el país.