viernes, 25 de julio de 2014

Unos $ 6,5 billones están congelados en cuentas bancarias inactivas

Baja capacidad de ahorro, costos e impuestos, entre las razones para no mover las cuentas.

Cerca de dos millones de colombianos accedieron por primera vez a la banca en el 2013.
Cerca de dos millones de colombianos accedieron por primera vez a la banca en el 2013.

Las cuentas de ahorro son la principal puerta de entrada de cientos de colombianos al sistema financiero, pero también son el producto más abandonado por los clientes.
Solo el año pasado, 3,4 millones de estas cuentas quedaron inactivas porque sus titulares no realizaron operación financiera alguna en los seis meses precedentes.
Sin embargo, la banca reportó la apertura de 3,5 millones de nuevas cuentas de ahorro en el 2013.
Este fenómeno llevó a que, por primera vez en el país, las cuentas inactivas superaran a las activas, según el superintendente financiero, Gerardo Hernández, al presentar el Tercer Informe de Inclusión Financiera 2013, elaborado junto con el programa Banca de las Oportunidades.
De las 51,2 millones de cuentas de ahorro existentes en diciembre del 2013, 26,1 millones permanecían inactivas, 3,2 millones más que en el 2013.
El funcionario hizo un nuevo llamado a los banqueros para que no solo se limiten a vincular a más personas al sistema con este producto, sino diseñen estrategias que promuevan el uso de las cuentas.
Cifras oficiales indican que, a mayo, los recursos ‘congelados’ en las bancarias (corrientes y de ahorros) se acercaron a los 6,4 billones de pesos, unos 800.000 millones más de lo que había al corte del mismo mes del 2012.
Esos recursos serían suficientes para construir unas 151.200 viviendas sociales y prioritarias de las que está entregando el Gobierno.
Pero el saldo puede ser más elevado si se tiene presente que muchos de tales recursos deben ser trasladados a la Dirección General del Tesoro Nacional cuando la inactividad de las cuentas supera el año y sus saldos no superan los 70.000 pesos, según el Decreto 2331 de 1998, expedido en el marco de la emergencia económica de finales de la década de los años 90.
“Buena parte de esos recursos se utilizaron en su momento para atender las necesidades de la crisis económica y financiera de la época”, dijo una fuente del sector.
En las cuentas inactivas no solo hay dinero de particulares; también hay recursos oficiales por cerca de medio billón de pesos.
Causas del abandono
Varias son las causas que mantienen en el olvido al 51 por ciento de las cuentas de ahorro en Colombia, entre ellas, la muerte del titular o los viajes de estos al exterior; la elevada informalidad e inestabilidad laboral; la baja capacidad de ahorro y la imposibilidad de las personas para asumir los costos ocultos, comisiones e impuestos, como el 4 por 1.000.
María Mercedes Cuéllar, presidenta de la Asociación Bancaria (Asobancaria), dijo que el programa de educación financiera que se viene implementando junto con el Gobierno será fundamental no solo en el proceso de acercar más a la población colombiana al sector financiero, sino también para que esta haga un mejor uso de los productos, de crédito y de ahorro, así como de los canales electrónicos dispuestos por el sistema.
Pero dijo que se requerirá más que eso, por lo que reiteró su mensaje de los últimos años en el sentido del daño que causa a esta iniciativa un impuesto tan regresivo como el 4 por 1.000.
Cuéllar señaló que, este impuesto, a todas luces inconveniente para el país, condujo a que el uso del dinero en efectivo pasara del 30 al 50 por ciento a partir de su implementación.
Por eso, insistió en la inconveniencia de perpetuarlo y pidió acabarlo con otras normas que restringen la actividad financiera.
Por su parte, el superintendente Hernández también consideró que las entidades financieras están en mora de diseñar productos de ahorro innovadores o de generar incentivos adecuados para que los consumidores financieros optimicen el uso de este instrumento de ahorro.
Grandes riesgos
Abrir cuentas de ahorro y no utilizarlas acarrea costos y riesgos tanto a las entidades como a sus titulares, quienes quedan comprometidos a pagar cuota de administración cuando se tiene una tarjeta débito.
Ese costo alcanza hoy una tarifa máxima de 9.900 pesos, dinero que el banco está autorizado a debitar de la cuenta, pese a que esta se encuentre inactiva.
A lo anterior hay que sumar que la mayoría de los bancos reconocen un interés muy bajo sobre los recursos allí depositados; incluso, muchas veces solo lo hacen a partir de ciertos montos.
Según una fuente de la Superfinanciera, falsos prestamistas utilizan las cuentas de ahorro inactivas como fachada para cometer fraudes.
Los delincuentes les exigen a sus víctimas la consignación del valor de una ‘póliza de seguro’ como requisito para desembolsarles un supuesto crédito y piden que lo hagan en una cuenta que ha estado inactiva por mucho tiempo.
Por ese motivo, aconsejan cancelarlas cuando ya no se van a utilizar más.
Dinero congelado nunca se pierde
La plata que permanece depositada en las cuentas inactivas de los bancos permanece allí, siempre y cuando no exista el compromiso de pagar la cuota de administración de la tarjeta débito.
Los titulares de dichos recursos o sus familiares, cuando este ha fallecido, pueden solicitar la devolución del saldo de la cuenta, así este se encuentre en las cuentas del Tesoro Nacional. La persona debe acercarse a la entidad donde tiene la cuenta y en un plazo máximo de un día obtener el dinero.

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