Poco nivel de ahorro, mayor regulación y deterioro de la cartera de créditos, factores que influyen.
Por segunda ocasión, desde cuando se desató el debate por la baja en las
tasas de interés hace dos semanas, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas,
volvió a invitar a los bancos a que se pusieran la ‘camiseta de la gente’ y
ajustaran sus tasas en línea con lo que viene haciendo el Banco de la
República.
Esta no ha sido la única voz que se ha escuchado en ese sentido.
Comerciantes, industriales y legisladores, entre otros, se han unido a ese
llamado al ver que, mientras el Emisor ha recortado en 200 puntos básicos su
tasa de intervención en los últimos meses, los bancos no lo han hecho con la
misma rapidez ni efectividad.
Esta situación se traduce en que, al final de cuentas, son los usuarios del
crédito los damnificados en la medida en que el costo del dinero sigue siendo
uno de los más altos de la región, según algunos críticos.
Guillermo Botero, presidente de Fenalco, calificó como perversa la formula de
cálculo de la tasa de usura, (que llegó al 31,25 por ciento), ya que, como se
vio en el último trimestre, va en dirección contraria a la política del Banco de
la República. Por eso, pidió que se cambie.
En opinión del representante a la Cámara, David Barguil, lo que persiste en
el sistema financiero del país es “un alto grado de ineficiencia”. Barguil
criticó el hecho de que en Colombia a los ahorros del público se les reconozca
un interés cercano a cero, mientras que por los créditos se cobra mucho.
Esa diferencia se llama margen de intermediación. En Colombia es de 7,1 por
ciento. En países vecinos dicho margen es en promedio 18; en Perú es del 14 y en
Brasil llega hasta el 34 por ciento. En cambio, en Argentina es del 4,6 por
ciento y en Venezuela del 4,4, según los datos más recientes que presenta el
Banco Mundial. Entre 130 países, el margen de intermediación en Colombia es
superior al de 72 de estos.
Quizás por eso, el ministro Cárdenas les reiteró a los banqueros esta semana
en Medellín que respeta al sector financiero, al que considera serio y con el
que ha tenido un diálogo amistoso, pero les dejó entrever que podrían tomarse
medidas drásticas en caso de que no se produzca un ajuste.
Los bancos, si bien reconocen que el descenso en las tasas de interés es
lento, argumentan que esto no obedece a un capricho, sino a ciertas condiciones
que impone el mercado y a la misma economía colombiana.
María Mercedes Cuéllar, presidente de la Asobancaria, dice que hay créditos
que se pactan a tasas fijas y estos deben cumplir un ciclo hasta cuando se
cancelan. Pero los nuevos préstamos sí deben reflejar esos recortes en las
tasas. Por eso, en algunos casos las medidas del Emisor tardan entre 12 y 18
meses en transmitirse al mercado financiero.
Para algunos académicos consultados, varios factores impiden un rápido
descenso en las tasas del mercado. El primero tiene que ver con medidas que
buscan proteger el deterioro de la cartera; también, las que obligan a las
entidades a guardar parte del dinero que las personas depositan en los bancos, y
a hacer inversiones forzosas en títulos del gobierno con baja rentabilidad.
“Uno de los aspectos que más encarece el crédito en un país es la falta de
ahorro, y en Colombia no lo hay. Mientras el crédito crece a tasas del 15 y 16
por ciento, las del ahorro lo hacen al 8 por ciento, por lo que las entidades
deben salir al mercado a conseguir recursos más costosos para prestar, y ese
costo se le traslada al usuario final”, dijo un profesor de finanzas de la
Universidad Javeriana.
Tasas sí bajan
Para Daniel Castellanos, vicepresidente de la Asobancaria, las tasas del
mercado corresponden a la situación de la economía; han bajado en razón de que
la inflación, el riesgo y las tasas del Emisor.
Mercado
La cautela de la banca a la hora de prestar
En medio de la polémica por la tasa de usura, ha quedado a un lado el aumento
que viene registrando la morosidad de la cartera de créditos.
Sobre este factor, el Gobierno consideró prudente expedir tres circulares: 43
de 2011, la 026 de 2012 y la 4 de 2013.
Estas obligan a los bancos a realizar mayores provisiones y a ser más
cautelosos en la colocación de nuevos préstamos. En otras palabras, medidas que
dificultan y encarecen los costos de prestar dinero.
Al cierre de enero pasado, los deudores tenían créditos atrasados con la
banca por 7,5 billones de pesos, un saldo que comparado con el de un año atrás,
era 27,4 por ciento más elevado.
Aunque de cada 100 pesos que los bancos prestan a los clientes, apenas 3
están en mora (se han dejado de pagar), los banqueros están preocupados porque
este indicador ha venido aumentando desde noviembre del 2012.
Por eso, de llegar a bajarse las tasas. la gente buscaría más créditos, en la
medida en que el dinero es más barato y ello aumenta las probabilidades de
deterioro de la cartera.
http://www.eltiempo.com/economia/negocios/por-que-las-tasas-de-interes-no-bajan-_12729165-4
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