Emitir una factura electrónica puede costar menos 10 veces menos que entregar una en papel. Esto, si se tiene en cuenta que el almacenamiento, impresión y transporte de un recibo físico tiene un costo de entre $3.500 y $10.500. Mientras que con el sistema de facturación electrónica, una empresa tendría que destinar solo $300.
Este sistema deberá ser adoptado por todas las empresas del mercado local desde el próximo año. Hasta ahora, solo 57 firmas han probado el funcionamiento de este modelo gracias a su participación en un plan piloto realizado por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian). De este grupo, 48 culminaron el proceso exitosamente, por lo que entre marzo y abril se convertirían en las primeras sociedades en operar bajo el modelo actual de facturación electrónica.
Entre las que completaron el plan, hubo 30 proveedores tecnológicos, es decir, empresas que prestan servicios o productos que facilitan este tipo de facturación. Asimismo, 18 firmas de distintos sectores se acogieron al programa como voluntarias para implementar la factura electrónica. Algunas de ellas fueron Terpel, Ecopetrol, Bavaria y Baxter, según declaró Héctor García, presidente ejecutivo de Certicámara.
El ahorro es solo uno de los múltiples beneficios que ofrece este sistema, pues según Gustavo Cote, exdirector de la Dian, hay varios puntos a favor tanto para las industrias como para el Gobierno. El experto señaló que “facilita la relación entre las empresas y la administración tributaria, pues les permite contar con la información completa de las transacciones y operaciones que realizan y que puede tener efectos tributarios”.
En especial, se tendrá control sobre el IVA, por lo que será una medida que ayude a reducir la evasión de impuestos. De hecho, según estudios presentados en un informe de Certicámara, con este sistema se reduciría la evasión 50%.
Asimismo, esta medida le va a permitir al empresario negociar sus recibos, pues según García, el registro de facturas electrónicas permitirá que se masifique el factoring, lo que implica que más empresas se financiarán de esta forma.
Aún cuando las ventajas de este sistema son múltiples, de acuerdo con Cote, la facturación electrónica conlleva grandes retos, pues para que funcione es necesario que se adapten los sistemas tanto de la Dian como de los contribuyentes, lo cual requiere de grandes inversiones.
“La Dian ha tenido dificultades para montar sus sistemas de forma robusta y con tecnología de punta, dos cosas que son necesarias si quiere implementar este modelo de facturación electrónica en el país”, señaló el experto.
Aunque este sistema sea nuevo para muchos, en realidad desde 2005 se ha hablado sobre factura electrónica en Colombia. De hecho, el artículo 26 de la Ley 962 definió los términos en que debía operar este modelo. Aún así, se calcula que entre 2007 y 2015 solo 1% de las empresas había implementado la herramienta.
Pero tras la expedición del decreto 2242 sobre Masificación de la Factura Electrónica, se estableció la obligación futura de adaptarse a esta facturación. Por lo tanto, tanto empresas grandes como Pyme deberán sumarse a este proceso. Para las compañías pequeñas y medianas, la Dian ofrecerá una plataforma gratuita en la cual llevarán control de las facturas.
Panorama regional
Varios países latinoamericanos han adoptado la factura electrónica y han tenido resultados importantes. En México, la primera ola de facturación regional aumentó 34% la recolección de impuestos. Por su parte, Brasil, consiguió un aumento de ingresos tributarios por US$58.000 millones.
En Chile se estableció que a partir de 2017 se debe usar de forma exclusiva la factura electrónica en todas las transacciones comerciales, luego de más de 10 años de haber implementado este modelo.
Según la firma Indicium Solutions, de 500.000 millones de facturas emitidas anualmente en todo el mundo, 42.000 millones son electrónicas.
http://www.larepublica.co/mientras-emitir-una-factura-electr%C3%B3nica-cuesta-300-una-en-papel-vale-3500_463211
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