Desde su perspectiva, lo que se tienen que hacer es comprender la forma en que estas nuevas técnicas digitalizadas pueden aplicarse a un negocio.
Philip Evans, consultor de BCG.
En una competencia cada vez más globalizada, cuando hace tres décadas el rival era el de la esquina y el de hoy podría estar en un garaje de Tokio, las técnicas por aprender y así salir ganadores, abundan.
Es así como piensa Philip Evans, asesor principal de The Boston Consulting Group, que hace algunos días estuvo de visita en el país. Su principal enfoque es la tecnología y la estrategia empresarial, sobre ese tema ha realizado varias publicaciones para Harvard Business Review. Una charla de TED de su autoría tiene más de un millón de reproducciones.
A varios empresarios colombianos les habló de inteligencia artificial (IA), esa tecnología emergente que ha producido ideas de todo tipo sobre lo que es y no es. Para Evans no existe una idea única de lo que es, sino que al contrario hay grupos de técnicas e ideas que tienen vida propia y son independientes entre sí.
En una charla con Dinero, el consultor explicó que se puede elaborar una lista larga de problemas interesantes que se pueden elaborar con técnicas creativas y poderosas. En su concepto, en el mundo hay una exageración sobre qué tan rápido y qué tipos de problemas se resolverán con esta tecnología, aunque sean muchas las aplicaciones e implicaciones sociales que tiene la inteligencia artificial.
“Habrá grandes problemas de dislocación si el trabajo es un nuevo trabajo en un lugar diferente al anterior. El peor trabajo nuevo es el que requiere una habilidad diferente a la del trabajo anterior o peor si el nuevo trabajo no requerirá habilidad”, acota Evans.
Se refiere a que si alguien con un trabajo altamente calificado se ve obligado a tomar un empleo muy inferior ante lo que está preparado, será un problema “realmente serio” para la sociedad en el futuro.
Sobre los negocios, habla de que se debe aprender cómo gestionar los datos, pues de ellos depende gran parte de los cambios fundamentales que se aproximan. Por ejemplo, la asistencia sanitaria necesita tener una base de datos única de todos los registros médicos para proporcionar una mejor asistencia, pero eso es una utopía frente a los modelos que operan en las más grandes organizaciones.
La gestión de datos, la computación en la nube y de la IA, en palabras del directivo, ayudan a que desde equipos muy pequeños puedan resolver problemas grandes, un “cambio fundamental” para la estructura corporativa tradicional.
Desde su perspectiva, lo que se tiene que hacer es comprender la forma en que estas nuevas técnicas digitalizadas pueden aplicarse a un negocio. “Hay procesos en los que la tecnología no es la que va a resolver los problemas”, advierte.
Destaca que si bien hay casos como Google, Microsoft y Apple que piensan en digital, hay otros de compañías centenarias como General Electric o tradicionales como Walmart, que están dando interesantes pasos para salir con “interesantes aplicaciones” de tecnologías emergentes a sus estrategias de negocio.
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