Con el proceso de normalización de activos en el exterior, la Dian logró que se declararan $22 billones y se pagaran más de $2,7 billones en impuestos. ¿Es suficiente? ¿Qué viene ahora?
Santiago Rojas, director de la Dian.
El pasado 31 de diciembre terminó el plazo que dio el Gobierno para que los colombianos que tenían activos sin declarar –en Colombia, pero especialmente en el exterior– lo hicieran ante la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) en condiciones favorables.
Según la Dian, a raíz de ese ejercicio 14.816 contribuyentes normalizaron $22 billones en activos que pagaron $2,7 billones en impuestos. Muchos de ellos se normalizaron al costo fiscal; es decir, que no lo hicieron al valor comercial de los activos –lo cual era posible y permitido–, pero después cuando vendan o enajenen esos activos tendrán que pagar el 10% de ganancia ocasional.
Los resultados hacen parte de una estrategia del Gobierno encaminada a demostrarles a los colombianos que tener activos omitidos sin reportar es un acto ilegal y que puede tener consecuencias penales. De hecho se incluyó en la reforma tributaria la penalización por activos omitidos o pasivos inexistentes por encima de los $5.000 millones evadidos; ese nuevo tipo dará cárcel a los evasores.
Para que se vincularan al programa, la Dian estableció un piso sobre el cual se debería tributar que era 10% más el impuesto a la riqueza. Esto equiparaba los capitales no declarados y si aparecían tenían que pagar el impuesto de ganancia ocasional. Además permitía que la medida no fuera perversa y desmotivara a quienes han venido declarando oportunamente; la tarifa subió hasta 13% más el pago del impuesto a la riqueza. Esta figura fue declarada exequible por la Corte Constitucional.
Pero junto con la oportunidad de normalización, en los últimos años se ha venido cerrando el cerco en materia de información. Mientras las denuncias de la prensa llevaron al escándalo de los Panama Papers, decenas de tratados de intercambio de información ya están en marcha con otros países y permiten cotejar y hacerles trazabilidad a los activos de colombianos afuera.
¿Fue suficiente?
Una de las preguntas que más se ha planteado es si la cifra se ajusta a los activos que tienen los colombianos afuera. Para Santiago Rojas, director de la Dian, sin duda alguna se normalizó una plata importante. ¿Cuánto hay afuera? “No lo sabemos. Lo vamos a saber con el cruce de información que está haciendo la Dian”, asegura.
En el documento Who owns the wealth in tax havens? Macro evidence and implications for global inequality, de Annette Alstadsæter, Niels Johannesen y Gabriel Zucman, en promedio, en los países del mundo la riqueza offshore como porcentaje del PIB es de 9,8%, con dos grandes extremos: en el caso de los Emiratos Árabes Unidos supera 70%, mientras en Corea se acerca 2%. Colombia está apenas por debajo del promedio global.
Argentina realizó un proceso de amnistía tributaria de activos en el exterior mucho más agresivo que en Colombia: logró que declararan activos por US$116.800 millones, con un recaudo de impuestos de cerca de US$10.000 millones, mientras en Colombia los activos declarados bajo el esquema de normalización fue de menos de US$10.000 millones y los impuestos recaudados se acercaron a los US$1.000 millones.
El referente de lo normalizado de los activos de los colombianos en el exterior bajo el esquema que montó el Gobierno, al compararlo con 9% del PIB, de acuerdo con los cálculos del estudio, serían cerca de US$30.000 millones. Es decir, aún hay activos que no están en las cifras normalizadas y solo se habrían incorporado entre la tercera y la cuarta parte de los que están por fuera sin declarar.
Pero, como llama la atención un analista, el componente de los dineros colombianos puede estar en activos menos transparentes, como finca raíz en Panamá, campos argentinos, predios en Miami y Nueva York, oro y joyas en caletas, arte, muchas casas de recreo por toda Colombia, Panamá y Costa Rica, que no son incluidos en los estudios.
Un dato extraoficial muestra la dinámica de la normalización: entre el 50% y 70% de los clientes de algunas de las grandes firmas de asesoría tributaria se normalizaron, el resto no lo hizo. ¿Por qué?
Varias razones lo explican. Unos consideran que la Dian en el futuro no los va a detectar, otros ante la incertidumbre política y la posibilidad de que llegue un gobierno de izquierda ven la posibilidad de vivir fuera, sumado a una tendencia que se viene dando desde hace unos meses de renuncias a la nacionalidad.
Y otros más porque, aunque sus recursos originales fueran legales, hoy no tendrían los soportes de las operaciones ni podrían explicar el origen de sus recursos. “Y si eso no es claro, la Fiscalía entraría a investigar y se podría tipificar un caso de lavado de activos”, dice un abogado.
¿Qué viene?
En 2014, Colombia adhirió al Foro Global de Transparencia, en el que participan más de 140 países que luchan contra la evasión de capitales. El año pasado empezó el intercambio automático de información y Colombia fue uno de los primeros 49 que se denominaron adoptantes tempranos. Este año entrarán otras 50, incluyendo Panamá. La perspectiva, según Rojas, es que en 2020 se esté intercambiando información con 106 jurisdicciones.
También se inició el intercambio con Estados Unidos en el marco del Fatca; la legislación de ese país que busca prevenir que los contribuyentes estadounidenses evadan impuestos utilizando cuentas financieras fuera de los Estados Unidos.
El cruce inicial de información ha dejado en evidencia inconsistencias en la información de algunos colombianos. Ya la Dian ha enviado cerca de medio centenar de cartas pidiéndoles a estos contribuyentes que aclaren la información.
“Con el intercambio de información vamos empezar a detectarlos y a decirles que de acuerdo con información internacional tienen activos en el exterior y no los ha declarado en Colombia”, agrega Rojas.
Sin duda, el caso de los Panama Papers ayudó a desarrollar el tema: de los 1.191 colombianos en este caso, se normalizaron casi 500, otros no lo hicieron y unos más están judicializados por temas penales. “Eso demuestra que hoy en día hacer operaciones con estructuras y vehículos en el exterior para evadir impuestos representa un riesgo muy alto”, advierte Rojas.
Sin embargo, ante el potencial de activos que hay en el exterior sin declarar podría abrirse un nuevo debate que ya han planteado algunos candidatos presidenciales: una amnistía más amplia. ¿Habrá espacio para esta nueva discusión?.
Las cifras
En los últimos tres años, la declaración total de activos de colombianos en el exterior ha venido en aumento: en 2015, fue de $138 billones; un año después alcanzó los $184,6 billones y para 2017 la cifra llegó a $193,2 billones.
Por países, para el año pasado, Estados Unidos concentró el mayor porcentaje de declaración de activos de colombianos en el exterior, al alcanzar 23% –unos $43,5 billones–. Le siguieron Panamá, con 22% –un poco más de $43,2 billones–; España, con 8% –$15,2 billones– y Bermudas, con 7% –$12,7 billones–. Más del 70% de los activos de colombianos están en estas cuatro jurisdicciones.
Al observar el tipo de activos, según los datos de 2017, 45% está representado en acciones –unos $86,3 billones– y el siguiente activo más popular son los bonos con $14,6 billones –8% de participación–; $12 billones en clientes –6%– y $11,2 billones en cuentas por cobrar a vinculados económicos –otro 6%–. Es decir, que en acciones y bonos están representados más de la mitad de los activos declarados. Solo en Panamá hay cerca de $30 billones en acciones.
http://www.dinero.com/edicion-impresa/pais/articulo/que-hara-la-dian-tras-normalizacion-de-activos-en-exterior/256031?utm_source=newsletter&utm_medium=mail&utm_content=dinero&utm_campaign=2018_03_04
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