martes, 26 de mayo de 2015

Retos de Colombia deben ser oportunidades de innovación

Cristina Garmendia, exministra del gobierno español.

Para Cristina Garmendia, consejera del gobierno Santos en temas de investigación y desarrollo, la gran inversión actual en infraestructura y el proceso de paz le deben dejar al país avances que puedan exportarse. Resalta los logros, pero llama la atención en que hay que acelerar el proceso.

La española Cristina Garmendia fue ministra de Ciencia e Innovación del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, con el que sacó adelante la primera ley de ciencia y tecnología en el país ibérico. Actualmente asesora al presidente Juan Manuel Santos en temas de investigación y desarrollo a la par que preside el Grupo Genetrix, que se dedica al desarrollo de tecnologías biomédicas y medicamentos.
Esta semana la Universidad del Rosario le otorgó una distinción como profesora visitante, a la vez que firmó un acuerdo de cooperación para compartir información especializada. Portafolio habló con ella sobre el papel de la innovación para asumir los principales retos que se le vienen a Colombia.
¿Qué recomendaciones le ha hecho al Gobierno para incentivar la innovación?
Desde la junta asesora del Programa de Transformación Productiva uno de los consensos ha sido que era muy importante el diseño institucional del ámbito de la investigación y la innovación para conseguir que el país desarrolle capacidades científicas y que estas empiecen a impactar en la competitividad de la economía colombiana. Ahí recomendamos, primero, que hubiera liderazgos claros. Colciencias tiene un papel fundamental, porque uno sabe que detrás del diseño también es importante también el liderazgo. En este momento la nueva directora (Yaneth Giha Tovar) es una mujer de gran trayectoria y de capacidad. Hay una hoja de ruta que se va a desplegar y por lo menos hay un compromiso político con objetivos claros y ojalá consiga los resultados.
¿Se refiere a la meta de duplicar el número de patentes que se tramitan en cinco años?
Sí, y para eso hay que ir muy rápido. Pero la productividad científica no es solo en términos numéricos, sino de calidad; o sea, también publicaciones en revistas indexadas de impacto.
Otro objetivo tiene que ver con aumentar la masa crítica: número de investigadores en el país y posiblemente orientarnos también en algunas disciplinas que en términos de retos presentes. Colombia tiene una serie de retos concretos que deberá asumir y qué mejor oportunidad que desarrollar capacidades científicas y tecnológicas para proveer de soluciones a estos retos y ofrecerles estos avances también a otros países.
¿Hace falta algo más en la institucionalidad para la innovación?
Es muy importante actuar a la vez desde la oferta de las capacidades científicas y desde la demanda, si no no se puede esperar que las universidades lleguen a impactar en la competitividad empresarial en el medio plazo. Desde la demanda, el Ministerio de Comercio tiene iniciativas como iNNpulsa, con una serie de programas que ya están actuando sobre el emprendimiento de productos y servicios que puedan ser adquiridos por grandes corporaciones o expandirse a nivel internacional. Luego, está el propio Bancoldex definiendo y lanzando nuevos instrumentos financieros claves para acompañar el crecimiento de las empresas.
¿Hay que subsidiar estos procesos?
Muchos países, como España, se lanzan con programas para subvencionar estos desarrollos y cuando las empresas empiezan a adoptar e invertir en estos programas les falta músculo para crecer, porque cuando se desarrolla un producto o servicio muy innovador –y por tanto es absolutamente global– la clave es la rapidez del crecimiento. En esto no hay que esperar que sean las administraciones públicas las que acompañen con subvenciones, hay que desarrollar otros instrumentos de financiación.
¿Como cuáles?
Para promover la innovación se necesita un diseño muy claro, donde estén varios elementos en la cadena del sector financiero: desde la subvención pública hasta el banco, y en medio, los fondos de capital semilla, de capital riesgo, los de inversión tradicionales, los generalistas, los especialistas y los mercados secundarios de bolsa.
¿Qué pasa si eso no existe?
En los países donde no hemos estado atentos a esto hay mucho proyecto que tiene potencial, y pasan dos cosas: se cierran por falta de financiación y no por fracaso del proyecto, o se acaban deslocalizando hacia países donde sí entienden el potencial, como Estados Unidos. Tanto Bancóldex como el propio iNNpulsa están avanzando con instrumentos y es clave la coordinación con Colciencias desde la oferta, y con las empresas desde la demanda.
¿Pero, qué hacer para que el sector privado invierta más en innovación?
Hay que actuar en todos los sectores. Primero, en los que tradicionalmente son tecnológicos: industrial, farmacéutico, químico, el de las TIC, a los que hay poco que enseñar porque parte de su éxito es la inversión que hagan en ciencia y tecnología. Pero hay que pedirles que se comprometan con fraccionar esa inversión en los proyectos de pequeños emprendedores que están cerca del sistema público. Y luego, en los sectores más tradicionales, como el de alimentos, textil y agrícola, donde realmente la innovación es transformadora, hay incorporación de inversión en tecnología, pero no se trata solo de tecnología, sino de innovación organizativa, colaborativa. Normalmente estas están más centradas en reducir costos, lo cual siempre es bueno, pero no están enfocadas en cómo añadir valor a sus productos y servicios, el eje que transforma estas compañías.
Un dilema de las empresas es retener el talento, pero tal vez no lo valoran lo suficiente.
Yo creo más en la fidelización del talento; no me gusta la palabra retención, porque el talento por definición se mueve. Al talento hay que ilusionarlo, apasionarlo, convencerlo, hay que enseñar sentido de pertenencia. Son los valores los que comprometen altamente.
Cuando una empresa desarrolla talento genera muchísima fidelidad. Muchas veces hay personas que se convierten en un activo clave para una empresa si no trabajan en ella ya pero han tenido una muy buena experiencia en ella; se convierten en prescriptores. Obviamente, no se trata de permitir que todos los talentos se vayan pero en las carreras hay oportunidades y simplemente pasan a otra etapa de su desarrollo a la vez que se van a desarrollar otros proyectos, muchos de ellos en el extranjero.
¿A qué campos le debe apuntar más Colombia?
El país tiene retos muy claros. Detrás de la gran apuesta por las infraestructuras que está haciendo debería convertirse en un referente en el diseño, gestión y desarrollo de infraestructura. Debido a la gran apuesta financiera que está haciendo y a la inversión extranjera que está atrayendo, esta inversión extranjera tiene que comprometerse con el desarrollo de capacidades nacionales. Además, la universidad cobra un protagonismo importantísimo porque si hay que construir una carretera, hay que construir un tren de alta velocidad, un aeropuerto, y esto requiere de la formación de personas con perfiles profesionales muy específicos para no depender más de capacidades extranjeras.
¿Qué otros retos ve?
El país va a necesitar capacidades para gestionar bien el posconflicto, para tener inteligencia de datos, para que sea un sistema capaz de aprender en tiempo real para poderlo mejorar, y esto tiene mucho que ver con el desarrollo de las TIC. Ahí, de nuevo, Colombia puede ser líder en ayudar a otros países a solucionar otros conflictos.
Un tercer campo donde me consta que Colombia va a construir un liderazgo claro es la biotecnología, con una atención muy especial a la biodiversidad, que es uno de los grandes tesoros que tiene el país.
¿Qué hacer para atraer fondos de capitalde riesgo?
La clave es la especialización, pero lo primero es que los fondos de capital de riesgo no tienen que ser internacionales. Este tipo de fondos, además de dinero necesario para el crecimiento, proveen de consejos de asesores, especialistas, líderes de opinión y conexiones con inversión internacional. La clave es la especialización, que haya fondos de energías limpias, biotecnologías, energías renovables, salud humana, salud animal, medioambiente... Todos estos fondos son claves para sectorizar las apuestas y generar masa critica dentro del país. Al final, los grandes fondos de inversión internacionales querrán venir si ven masa crítica investigadora, inversora y si hay posibilidad de invertir localmente para internacionalizar los proyectos.
¿Faltan más proyectos innovadores en qué invertir?
Los que mejor monitorizan los proyectos son los especialistas. Falta generar una referencia de especialización y luego automáticamente terminan acudiendo a esos especialistas que son los que actúan como bisagra con la comunidad inversora internacional. Lo digo porque yo estoy en el sector de capital de riesgo y lo conozco. Entré ahí por necesidad de que hubiera un fondo de capital riesgo especializado en el ámbito biomédico.
GENETRIX E YSIOS ESTÁN DISPUESTOS A IMPULSAR LOS PROYECTOS LOCALES
Garmendia es presidenta del grupo Genetrix y socia fundadora del fondo de capital riesgo Ysios, que se especializa en el campo biomédico.
La empresaria reveló que ven con interés a algunos hospitales universitarios de Colombia por su investigación en este campo. “Es del interés especial de Genetrix ver posibles proyectos de colaboración”, dijo al referirse específicamente al desarrollo de una terapia para tratamiento del infarto de miocardio que ya está en proceso con ocho hospitales de España y Bélgica. “También en Ysios estaremos muy atentos a proyectos que están lanzándose como emprendimientos desde el sistema público colombiano”, agregó.

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