En lo corrido del 2017, la divisa ha experimentado una apreciación del 1.700%, luego de haber generado ganancias equivalentes al 120% en 2016. La pregunta de los ganadores y de los que no han invertido es, ¿cuánto más puede subir?
Joe Kennedy y Bernard Baruch fueron dos reconocidos multimillonarios en la primera mitad del siglo XX y que tuvieron algo en común. En el caso de Joe Kennedy, una mañana a finales de los 1929 mientras un joven que le lustraba los zapatos le sugirió varias ideas para comprar acciones. En el caso de Baruch, un taxista le sugirió varias acciones para comprar con la seguridad misma de un experto de Wall Street. Ambos entendieron que esta euforia que había llegado a la persona más común, era un síntoma de una burbuja a punto de explotar.
El éxito de estos inversionistas fue el haber vendido a tiempo al darse cuenta de esta “exuberancia irracional” que fue como Robert Shiller, Nobel de economía del 2013, catalogó en años precedentes a la crisis financiera del 2008 sobre el comportamiento de la burbuja inmobiliaria de EE.UU que fue protagonista de dicha crisis.
La reciente fama del Bitcoin y las otras criptomonedas pareciera estar en los mismos momentos, aunque tiene su razón de ser. Me impresiona que actualmente en el cualquier continente al que se viaje, y en cualquier tipo de mesa de conversación, ya sea desde un trabajador rural en China o América Latina, hasta los grandes ejecutivos financieros o los hombres más poderosos del mundo, hablan de las criptomonedas y le apuestan a su apreciación.
Probablemente no ha habido ningún otro activo financiero reconocido en el mundo que haya logrado los retornos del Bitcoin este año. En lo corrido del 2017, la divisa ha experimentado una apreciación del 1.700%, luego de haber generado ganancias equivalentes al 120% en 2016. La pregunta de los ganadores y de los que no han invertido es, ¿cuánto más puede subir?
El primer consejo que recibe cualquier corredor de bolsa a la hora de invertir en acciones, como ejemplo particular, es de entender el caso de la compañía en la que invierte para tener los fundamentos en cuáles niveles es atractivo comprar y vender. Esto también aplica en el caso de los países para invertir acertadamente en divisas. Por eso mismo, para responder a la misma inquietud, la pregunta obvia es entender cómo funciona el Bitcoin y las otras criptodivisas.
Aunque el Bitcoin ha sido conceptualizado como una moneda dado que es un medio monetario para transacciones financieras, su lógica es diferente a una divisa común. La criptomoneda no tiene autoridad monetaria, por el contrario, está respaldada por una red informática donde todas las transacciones de compra y venta se registran en un bloque virtual, las cuales son asignadas a través de un proceso catalogado como ‘mining’. Este proceso se encarga de controlar, neutralizar y gestionar las transacciones de Bitcoins en el bloque virtual para garantizar la competitividad y seguridad del sistema transaccional. En pocas palabras, es el reemplazo de un banco central por una bolsa de valores y una cámara de compensación para una única divisa.
Como se puede apreciar, entender el mercado de la criptomoneda y su mecanismo de funcionamiento es bastante difícil de entender, más que el sentido básico de oferta y demanda de cualquier otro activo financiero. Esto sin considerar los retos regulatorios por la complejidad para identificar los participantes del mercado además de las implicaciones tributarias, o el riesgo de un medio como lavado de activos.
Lo que más me preocupa es que al indagar con varios expertos de los mercados financieros en Nueva York, Shanghai, Londres y otros epicentros del mundo financiero, no he encontrado la primera persona que me pueda explicar detalladamente sobre cómo funcionan las criptomonedas y entender cuál es la manera más apropiada para valorizarlas con el fin de saber si los precios actuales son todavía baratos, o por el contrario entender si estamos a momentos cercanos del estallido de la burbuja.
Por lo tanto, aunque el lector suponga que la conclusión de esta lectura es sugerir un rotundo “No” a invertir en las criptomonedas, mi posición es diferente. Por el contrario, la oportunidad de invertir en criptomonedas puede todavía ofrecer un punto de vista interesante, realmente nadie lo sabe. No obstante es claro que se debe tratar como si fuera una burbuja, donde se invierte con un plan definido de salida, ya sea con ganancia o pérdida, y sin arriesgar lo que después hay que lamentar. Espero que usted como inversionista y lector tenga la habilidad que tuvieron Kennedy y Baruch para disfrutar la fiesta hasta los momentos de “exuberancia irracional”.
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