El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, le pidió al presidente de la Asociación de Entidades Financieras y Bancarias (Asobancaria) que apoye en el Congreso un proyecto de ley para eliminar tres ceros del peso.
Néstor Humberto Martínez, fiscal general
La sugerencia del gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, de revivir un proyecto de ley que elimine tres ceros al peso colombiano y cree el ‘nuevo peso’ fue secundado esta vez por el fiscal general, Néstor Humberto Martínez.
Martínez explicó que una nueva denominación de la moneda local ayudará a quitarle “a todas esas organizaciones que han venido acumulando millonarios recursos a lo largo de décadas” y que ocultan en las denominadas ‘caletas’.
El fiscal agregó que al cambiar la denominación de la moneda local, “el billete que no tenga origen legal, que esté encaletado, las organizaciones criminales no lo pueden cambiar ni ingresar al sistema financiero y se pierde toda ese patrimonio ilegal”.
El presidente de Asobancaria, Santiago Castro, respondió a la solicitud del fiscal que esta es una gran oportunidad y destacó que “esa idea, la primera vez que se la oí fue a un banquero, Santiago Perdomo, que fue presidente hasta hace una semana de Colpatria”.
Y agregó que “la idea es que los billetes de alta denominación tengan que ser cambiados y por lo tanto se tenga que transparentar y las personas tengan que justificarlos cuando estemos hablando de montos importantes”.
Según el presidente del gremio, “la banca está plenamente dispuesta, obviamente necesitamos para esto un proyecto de ley y la cooperación del Banco de la República”.
No es la primera vez que se utiliza el argumento de las caletas con dinero ilegal para promover un cambio en los billetes del país.
En el 2015, cuando el Banco de la República anunciaba el lanzamiento de su nueva familia de billetes con más elementos de seguridad, nuevos personajes y diseños, además de la entrada en circulación de un billete de $100.000, el entonces gerente José Darío Uribe destacaba como otra de las ventajas de los nuevos billetes la reducción de las caletas.
En ese momento, el argumento fue similar al que utilizan hoy el fiscal general y el presidente de Asobancaria. Al existir una nueva familia de billetes, las organizaciones ilegales que guardan grandes cantidades de dinero en efectivo tendrían que perder dichos recursos ante la imposibilidad de justificar la legalidad de los altos montos que tendrían que cambiar en el sistema legal.
Simplificar el sistema
Otro de los argumentos más reiterados y defendidos en este debate es la simplificación del sistema cambiario al equiparar el peso colombiano con las denominaciones que utilizan otros países.
El gerente del Emisor, Juan José Echavarría, señaló al reavivar el debate que Colombia podría aprovechar que los bancos centrales en todo el mundo tienen por tradición cambiar por completo sus billetes al transcurrir periodos de entre 12 años y 15 años, modificación que el país llevó a cabo durante el 2016.
En ese cambio, los tres ceros que se pretenden eliminar del peso se reemplazaron por la palabra ‘mil’, en un esfuerzo adelantado del Emisor para facilitar la emisión de los nuevos billetes, ya que el proceso permitiría que dicha palabra se reemplace simplemente por la palabra “nuevos”.
Echavarría agregó que el cambio de la denominación además pondría a Colombia en línea con “los países modernos” y le acercaría aún más a los estándares internacionales.
Además, aseguró, el costo de producir los nuevos billetes sería inferior al de acuñar las nuevas monedas y en cualquier caso se trataría de un costo “menor” si se tiene en cuenta que el país se “modernizaría” y de todos modos debía cambiar su papel moneda.
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