Pedro Guevara Rojas, Daniel Sarmiento Pavas y José Vicente Bermúdez afirman que los revisores fiscales no tienen claro cuál es su papel, ya que el Gobierno, los empresarios y la misma profesión presentan confusión en sus funciones. Se preguntan hacia dónde va la revisoría fiscal.
Pedro Guevara Rojas, presidente de la Asociación de Contadores Públicos de la Universidad Central –Acopcen–, dice en dialogo con Actualícese que hoy en día el revisor fiscal no tiene claro cuál es su verdadero papel al interior de las organizaciones.
“A la revisoría fiscal le han sido asignadas, a través de un sinnúmero de decretos, leyes, normas y cartas circulares de los entes de control, una cantidad de funciones que han quedado desagregadas en toda esta normatividad”, dice Guevara Rojas.
Desde su punto de vista, el revisor fiscal se ha convertido de forma ilógica e injusta en la vía para tratar de corregir la conducta de los administradores.
“Las responsabilidades a cargo del revisor fiscal que perciben algunos de sus usuarios se prestan a equívocos o a expectativas irrazonadas al presumir que la responsabilidad primaria en actos irregulares, errores o desviaciones de control recae en el revisor fiscal y no en sus gestores”, afirma Guevara Rojas.
Para el presidente de Acopcen, frente a la revisoría fiscal los empresarios tienen una visión, el Gobierno otra; y la profesión, dividida por su causa, se debate entre los más diversos esquemas y conceptos que aún persisten y que vienen de vieja data.
“No hay acciones de los entes gubernamentales ni de las instituciones que estén ayudando a superar los actuales obstáculos. No se ve un respaldo por parte del Gobierno, ni interés alguno en lo que respecta a la profesión de la contaduría pública. Y en su mayoría, están intentando presentar proyectos que van en contra de la profesión”, critica Guevara Rojas.
Daniel Sarmiento Pavas, exmiembro del Consejo Técnico de Contaduría Pública, se pregunta hacia dónde va la revisoría fiscal. “¿Será que se trata de una institución obsoleta y debería acabarse? No son interrogantes sencillos. No pueden olvidarse las decenas de veces que se ha intentado reformar, sin lograrlo. Es innegable la creciente dificultad para ejercer y que hay hoy más procesos importantes abiertos contra contadores públicos que nunca”, dice en una columna publicada en agosto de este año en El Espectador.
Para Sarmiento Pavas, si la tendencia continúa la función terminará colapsando, ya que habrá más colegas con procesos legales en contra y se seguirá emitiendo más regulación, dificultando el desempeño.
Por estas razones, sugiere emitir un decreto que reglamente la norma de las funciones: artículos 207 y 208 del Código de Comercio. En especial, la interpretación que los reguladores le han dado al numeral 3 del artículo 207 ha sido el argumento para expedir el rosario de actividades y certificaciones existentes en la actualidad. “Creemos en la revisoría fiscal, pero no podemos seguir pensando que es la misma institución regulada al inicio de los años 30 del siglo pasado”, afirma Sarmiento.
A limpiar el manto de dudas
José Vicente Bermúdez, director del programa de Contaduría Pública de la Universidad Libre, afirma en Actualícese que recuperar la confianza y la credibilidad es el principal reto que deben enfrentar los revisores fiscales.
“Los casos de corrupción y malos manejos que han contaminado las finanzas de las empresas del sector público y privado, han dejado un manto de duda sobre la transparencia y ética de estos profesionales que, como principal desafío, deben fortalecer la confianza que en ellos depositan los colombianos”, dice Bermúdez. “De la transparencia de su trabajo depende la integridad de los documentos financieros que hoy llegan a manos de los inversionistas, entes de control, el Gobierno y los usuarios”, concluye.
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