A pesar de la recuperación de la economía nacional, la rama laboral sigue sin despegar, según un informe del Banco de la República.
El Banco de la República elaboró el estudio ‘Señales de recuperación de la demanda laboral urbana impulsada por una mejoría en el crecimiento económico’.
Los nuevos puestos de trabajo que se están creando en Colombia, además de que son pocos, están siendo creados con salarios bajos, e incluso –en algunos casos– sin remuneración alguna.
Esta conclusión fue hecha por el Banco de la República, que en el estudio ‘Señales de recuperación de la demanda laboral urbana impulsada por una mejoría en el crecimiento económico’, encontró que si bien en lo que va corrido del año, este mercado observó una leve aceleración, sus efectos reales no han sido tan positivos.
De hecho, a pesar de que la economía nacional ha mostrado cifras de recuperación –a tal punto de que el PIB de este año pueda crecer hasta 3%–, “la demanda de empleo asalariado se mantiene relativamente constante en niveles similares a los presentados antes de la desaceleración económica reciente”, señaló el reporte.
SALARIOS BAJOS
La cuestión preocupa aún más si se observan los datos de empleos no asalariados, que en muchos casos hace referencia, por ejemplo, a las mujeres que laboran dentro de sus hogares pero no reciben ingresos por dichas actividades.
A propósito, el informe del banco central detalló que la leve recuperación reciente de la demanda laboral no se distribuye de forma homogénea en las demás clases de puestos de trabajo.
“En el segundo trimestre del 2018, el empleo no asalariado estaría impulsando el crecimiento del empleo en las ciudades. El de las veintitrés ciudades volvió a crecer en este segundo trimestre, luego de registrar decrecimientos durante seis meses; esto se explica, principalmente, por la recuperación del empleo no asalariado en los últimos tres meses, el cual creció en promedio 1%, luego de que en el primer trimestre decreciera en promedio un 2%”, se indicó en el informe.
Sumado a lo anterior, los investigadores también encontraron que los puestos de trabajo de asalariados que se han creado aún tienen variaciones positivas, pero estas se encuentran cada vez más cercanas al 0%; de hecho, su expansión a junio fue del 0,2%.
“Un elemento adicional que ofrece indicios del impulso reciente de la demanda de empleo no asalariado es el incremento de los ingresos salariales de este sector, los cuales vienen aumentando desde la segunda mitad de 2017”, relató el informe del Emisor.
Iván Jaramillo, investigador del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, aseguró que “lamentablemente en Colombia gran parte de la población ocupada devenga ingresos inferiores al salario mínimo, y la presión de la informalidad laboral en el sistema de relaciones laborales deriva en una baja de condiciones de ingresos vitales para los trabajadores”.
A lo anterior también se sumaron aspectos como la baja escolaridad de los ciudadanos y el hecho de que no sean jefes de hogar (en la mayoría de ocasiones, relacionándose a mujeres), los cuales llevaron a que pasaran del grupo que tenía salario a ser empleados sin rentas de trabajo.
El informe del banco central lo explica así: “Estos trabajadores, por su menor formación educativa y su menor experiencia, tienen un retorno menor en el mercado laboral formal, por lo cual se emplean con mayor probabilidad en el sector no asalariado. La mayor ocupación reciente de estos grupos poblacionales es consistente con la menor dinámica del empleo no asalariado”.
REFORMA, EN EL TINTERO
Todo lo anterior, según Jaramillo, hace necesario que en Colombia se aumente la presencia institucional en materia de inspección, vigilancia y control, lo cual, según expertos, tendría que incluirse en la reforma laboral que tendría que tramitarse en el Congreso.
En parte, el centro de estudios económicos Anif coincidió con el planteamiento de Jaramillo, ya que en un documento de trabajo indicó que uno de los pilares de la reforma laboral que tendría que pasarse en Colombia debería incluir un capítulo sobre la vigilancia de los recursos.
En su concepto, se tendría que crear un sistema de vigilancia con ayuda del Ministerio de Salud, de modo que se puedan imponer sanciones monetarias y/o reputacionales para los empleados que hagan trampa en los trámites laborales y de incapacidades falsas.
Estos cambios, que son solo la punta del iceberg de las propuestas de Anif y otros expertos, tienen como fin reducir la tasa de desempleo, por lo menos, a una constante de menos de 9%. Además busca que se dé un boom de puestos de trabajo nuevos, pero que estos no sean de baja calidad como los que actualmente se desarrollan en Colombia, tal y como lo reveló el Emisor.
INFORMALIDAD TAMBIÉN SUBE
Tanto el Banco de la República como el centro de estudios económicos Anif concluyeron que la informalidad laboral también está padeciendo ‘la enfermedad’ de tener pocos puestos de trabajo nuevos y con bajas remuneraciones. Según el Emisor, “la tasa de crecimiento anual del empleo informal para mayo y junio del 2018 fue de 2,6% y 1,1%, respectivamente”.
Por su parte, el centro de estudios había indicado a inicios de año que la migración de venezolanos podría pasarle factura a las cifras de desocupación de este año en el país.
De hecho, según sus cuentas, la tasa de desempleo podría subir hasta 1,7 puntos porcentuales, a final de año, llevando a que esta pase de un promedio de 9,4% hacia un rango del 10% al 11%.
https://www.portafolio.co/economia/trabajos-sin-salario-estarian-impulsando-empleo-en-el-pais-522599
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