sábado, 10 de noviembre de 2018

Los negocios del futuro ya empezaron

El presidente de Aciem afirmó que la revolución digital obliga al país a tener un cambio cultural para sacar provecho de lo que está pasando. 


Antonio García, presidente de Aciem, en diálogo con Portafolio. 

Los nuevos negocios ya son una realidad. Ahora lo que tenemos que revisar es cómo adecuamos el entorno para que ellos se desarrollen y florezca la nueva generación de la vida digital. Así explica Antonio García, presidente de Aciem la revolución digital que obliga al mundo a dar un giro. 

¿Cómo van a ser los negocios del futuro?

El ser humano tiende hacer proyecciones lineales y cree que las cosas van a crecer de esa manera y resulta que el crecimiento es exponencial.

Solo en el periodismo el cambio fue rápido, hoy es digital. Se ven las noticias se mueven, allí tiene texto, incluyen video y si el tema es científico se puede incluso ver el experimento.

El punto fundamental en esta revolución tecnológica es estar conectados. Tener, por ejemplo, cobertura de banda ancha en todo el territorio nacional. 

De esta forma, los nativos digitales, se imaginan y crean nuevos negocios y no se ven los límites. Un ejemplo de ello son negocios como Rappi que ya supera la valoración de los 1.000 millones de dólares. 

Y aquí es dónde uno ve la nueva necesidad de un Estado más veloz y unos Gobierno más proactivos, para garantizar transformaciones totales. En ese escenario es que se deben incluir temas como garantizar la seguridad social de esos nuevos empleados y generar normas que incluyan y fomenten esos desarrollos.

¿El problema es la respuesta oficial?

Lo que vemos es que la institucionalidad siempre va por detrás de la tecnología. Lo que debemos procurar es que vaya a la par. El tema entonces es ajustar la institucionalidad al desarrollo tecnológico.

¿Por qué el país se demora en adoptar y multiplicar las nuevas tecnologías?

La tecnología está ahí. El asunto es cómo ella transforma a la sociedad y la sociedad responde a esas transformaciones.

Como es tan complejo la gente prefiere no prestarle atención a esos temas. Mire por ejemplo, queremos tener ciudades inteligentes, con banda ancha, Internet de las cosas y toda la tecnología, pero si no hay la cultura para recibirlas, no va a servir de mucho.

Veamos el caso de las ciclorutas, las están remodelando y tienen semáforos, pero los ciclistas no los respetan, entonces ¿de qué nos van a servir?. Esa cultura no la tenemos, porque no la cultivamos desde el colegio. Allí les deben enseñar normas de urbanidad, de comportamiento, de respeto y normas de tránsito.

Tenemos unos problemas de cultura sobre los cuales debemos trabajar mucho.

...Pero ¿dónde están los nuevos negocios?

En todas las áreas de conocimiento. Si usted quiere una lista los hay en impresión 3D, para muchas industrias. Incluso para construcción: ya se hacen edificios en impresión y los arman como legos.

Las nuevas tecnologías y los nuevos negocios, son ya una realidad, fíjese que lo digital le gana al impreso. Porque como no hay tiempo, uno lee en la tableta o en el móvil. En telecomunicaciones, transporte, en la banca, la lista es larga.

¿La tecnología nos complica?

La tecnología no surge por generación espontanea, aparece porque la sociedad la necesita. Se genera porque hay una necesidad.

Rappi surge porque la gente no tiene tiempo. Y la sociedad la adopta y la vuelve parte de su bienestar y ello se convierte en parte de la sociedad y allí también debe estar la institucionalidad. Y en ese círculo, la institucionalidad debe llegar no a frenar o destruir, sino a mejorar y garantizar lo mejor, para la sociedad. 

Así las personas van cambiando la cultura y recibiendo como se debe la tecnología.
Los celulares se quedaron.

Hoy la sociedad está girando en torno a los móviles, pero no a las llamadas de voz. Me atrevo a decir que el celular no está completamente institucionalizado; a penas hace unos días, fueron multadas las firmas de ese servicio, por no cumplir su promesa de servicio en banda ancha.

Hoy tenemos una gran tecnología en ese frente, (IoT, computación en la nube y big data, entre otros) y el reto es que esa tecnología produzca desarrollo social. Queremos estar en todos los municipios del país con banda ancha y cuando lo tengamos ¿qué vamos a hacer?, ¿cómo va a responder la sociedad?

Mire la agricultura, las posibilidades son infinitas; industrias como la de flores por ejemplo, son competitivas, dejaron de enviar flores por avión y lo hacen por barco, y para ello desarrollaron toda la tecnología para que eso se pueda dar. Creo que todos los sectores del agro pueden acceder a esas tecnologías y sacarle provecho.

¿La explosión tecnológica en el país será rápida?

Son procesos que se demoran más de cinco años, y en donde el conocimiento se ha venido acumulando, y con ideas claras se ha podido explotar.

Esto no es producto de la improvisación y no es que seamos lentos es que es demorado y luego tenemos el problema de la cultura. Acabamos materias obvias como la geografía y vivimos en un mundo globalizado.

Hay que recuperar las cosas elementales, geografía, historia, civismo, no es mi tema, pero creo que eso le hace falta a nuestras nuevas generaciones, para que puedan maximizar el uso de la tecnología.

Esa información, nos permite generar conocimiento y ello es lo que nos permite generar nuevos productos, nuevos negocios y nuevas perspectivas.


https://www.portafolio.co/negocios/los-del-futuro-ya-empezaron-aciem-521571

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