La planificación de la auditoría es la etapa más importante de un encargo exitoso, pues busca que este se realice de manera eficiente y eficaz. Durante la planificación, el auditor discute los elementos del encargo con la dirección de la entidad, pero sin comprometer su eficacia.
Una planificación adecuada permite organizar y dirigir la auditoría de manera que esta se realice de forma eficaz y eficiente. De acuerdo con la NIA 300, algunos de los beneficios que resultan de realizar una buena planificación son los siguientes:
Prestar la atención adecuada a las áreas importantes.
Identificar y resolver oportunamente los problemas potenciales.
Facilitar la selección del equipo de trabajo, con los niveles de capacidad y competencia idóneos para responder a los riesgos previstos.
Asignar el trabajo a los asistentes de forma apropiada.
Posibilitar la dirección y supervisión de los miembros del equipo y la revisión de su trabajo.
Permitir la coordinación del trabajo realizado por auditores y expertos, cuando sea el caso.
Aspectos que deben considerarse
En la planificación de la auditoría el auditor debe considerar:
El conocimiento general del marco normativo aplicable a la entidad: cuando se trata de una auditoría de estados financieros debe identificarse el grupo de aplicación de Estándares Internacionales en el que se encuentre clasificada la entidad (que puede ser del grupo 1 que aplica el Estándar Pleno, del grupo 2 que aplica el Estándar para Pymes, o del grupo 3 que aplica contabilidad simplificada).
La determinación de la materialidad o la importancia relativa.
La participación de expertos. Esto último, en caso de que se requiera debido a que el encargo abarca un área en la que el auditor no tiene el suficiente conocimiento y experiencia.
Los procedimientos analíticos necesarios para la valoración del riesgo.
La aplicación de cualquier otro procedimiento para la valoración del riesgo.
“el auditor puede discutir algunos elementos con la dirección de la entidad, teniendo cuidado de no poner en discusión aspectos que comprometan la eficacia de la auditoría”
En la planificación del encargo, el auditor puede discutir algunos elementos con la dirección de la entidad, teniendo cuidado de no poner en discusión aspectos que comprometan la eficacia de la auditoría.
Adicionalmente, el auditor debe realizar las siguientes actividades:
Identificar el alcance de la auditoría.
Determinar los objetivos de la auditoría en relación con los informes a emitir, para establecer el momento de realización de la auditoría y la naturaleza de las comunicaciones requeridas.
Considerar los factores que, a juicio profesional del auditor, sean significativos para la dirección de las tareas del equipo que realizará la auditoría.
Considerar los resultados de las actividades preliminares de la auditoría, es decir, las relacionadas con la evaluación de la continuidad de las relaciones con el cliente, el cumplimiento de los requisitos de independencia y conflicto de intereses y la aceptación de los términos del encargo.
Determinar la naturaleza, el momento de utilización y extensión de los recursos necesarios para realizar la auditoría.
Estrategia de auditoría
La estrategia de auditoría es el documento en el que se reflejan las actividades que se explicaron en el punto anterior. Dicho esto, el auditor debe establecer la estrategia de la auditoría con la cual, luego de haber finalizado la aplicación de los procedimientos de valoración del riesgo, pueda definir cuestiones como los recursos necesarios a emplear en áreas específicas sometidas a examen, el momento en el que se van a emplear dichos recursos, así como su gestión, dirección y supervisión (al respecto, le recomendamos consultar nuestra publicación Estrategia global para encargos de auditoría: ¿qué debe contener?).
Plan de auditoría
Una vez elaborada la estrategia de la auditoría, se debe diseñar un plan de auditoría en el que se desarrollen los aspectos identificados en el primer documento, teniendo como prioridad la consecución de los objetivos de la auditoría mediante la utilización eficiente de los recursos. Por lo anterior, [pq]el plan de auditoría debe ser más detallado que la estrategia de auditoría, puesto que en este se incluye la naturaleza, el momento de realización y la extensión de los procedimientos de auditoría[pq] que se aplicarán durante su ejecución.
Actividades preliminares
Al iniciar el encargo, el auditor debe evaluar el cumplimiento de los requerimientos de ética relativos a la independencia y establecer los términos de la auditoría. La realización de estas actividades facilita la identificación y el examen de situaciones que puedan afectar de manera negativa la capacidad para planificar y desarrollar adecuadamente la auditoría, evita que se generen malentendidos con el cliente y protege al auditor frente a incumplimientos que puedan generarle sanciones disciplinarias por parte de la Junta Central de Contadores –JCC–.
Documentación de la auditoría
La documentación de la auditoría sirve como registro de la naturaleza, el momento de realización y la extensión de los procedimientos de valoración del riesgo planificados. En la documentación el auditor debe incluir:
La estrategia de auditoría.
El plan de auditoría.
Los cambios significativos que se realicen en la estrategia, el plan o el desarrollo de la auditoría, así como los motivos que dieron origen a dichos cambios.
Este paso es muy importante para el auditor, debido a que se convierte en la única forma de probar que realizó el trabajo adecuadamente. Recordemos que el artículo 9 de la Ley 43 de 1990 establece que el contador público debe dejar constancia de las labores realizadas para emitir su juicio profesional, los cuales pueden ser examinados por las autoridades estatales y deben conservarse por un término mínimo de cinco (5) años contados a partir de su fecha de elaboración
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