El sistema pensional se caracteriza por la competencia entre sus dos regímenes y por la insuficiencia de programas como Colombia Mayor y BEPS.
El total de pensionados para 2019 fue aproximadamente de 1,6 millones, de los cuales cerca del 90 % se encuentra en el RPM y el 10 % restante en el RAIS.
El Consejo Privado de Competitividad, en su Informe nacional de competitividad 2020-2021, capítulo “Pensiones”, describe que la Ley 100 de 1993 tuvo por objetivo la reestructuración del sistema pensional con el fin de hacerlo más eficiente, equitativo y sostenible.
Sin embargo, mantuvo algunos desequilibrios, por lo que se han venido realizando ajustes:
La Ley 797 de 2003 y el Acto Legislativo 01 de 2005 robustecieron la sostenibilidad financiera del sistema.
La Ley 1607 de 2012 logró la disminución de costos laborales no salariales y fortaleció los mecanismos de control de la UGPP.
El Decreto 036 de 2015 reguló el riesgo de deslizamiento del salario mínimo.
La Ley 1748 de 2014 introdujo la doble asesoría en los traslados de régimen pensional.
El gasto de Colombia en su sistema pensional es cuatro veces inferior al de países como Italia o Grecia.
En los últimos años el rubro destinado a pensiones ha aumentado hasta casi el 4 % del PIB, una asignación en 2020 del 15 % del Presupuesto General de la Nación.
«Pese a los avances alcanzados, hoy existe un consenso entre gremios, sectores políticos y academia en que los retos vigentes del sistema pensional solo podrán ser resueltos a través de una reforma pensional estructural», indica el informe.
Composición y coexistencia de los sistemas pensionales en Colombia
El documento del CPC explica que los sistemas de protección a la vejez pueden categorizarse en función de los pilares que los sostienen y su financiación:
Un pilar contributivo donde los recursos provienen principalmente de una base laboral activa, la cual aporta bien sea a un fondo individual o a uno colectivo.
Los mecanismos solidarios o no contributivos, dependientes de transferencias monetarias subsidiadas por el Estado.
Los esquemas semicontributivos, los cuales se sostienen paralelamente entre aportes y subsidios.
En nuestro país coexisten los tres modelos. Sin embargo, a diferencia de los sistemas multipilares en donde su adecuada articulación busca la cobertura y equidad, el sistema pensional actual se caracteriza por:
La competencia entre sus dos regímenes (RAIS y RPM).
La insuficiencia de los programas semicontributivos y solidarios, como Colombia Mayor y Beneficios Económicos Periódicos –BEPS–.
«Este sistema es el resultado de casi tres décadas en las que el Estado colombiano ha buscado resolver los problemas de cobertura, sostenibilidad y equidad pensional desde la Ley 100 de 1993. Sin embargo, la posibilidad de alcanzar la cobertura pensional bajo estos parámetros es remota dada la naturaleza del mercado laboral y la capacidad fiscal del país», indica la entidad.
“Los requisitos mínimos de acceso a pensión (de 22 a 25 años de cotizaciones, dependiendo del régimen) son demasiado altos para una población que fluctúa entre la formalidad y la informalidad”
Los requisitos mínimos de acceso a pensión (de 22 a 25 años de cotizaciones, dependiendo del régimen) son demasiado altos para una población que fluctúa entre la formalidad y la informalidad.
Cobertura pensional
En cuanto a la cobertura efectiva en pensiones, el informe estima que es cercana al 24,5 %, similar al promedio de América Latina (27 %), pero muy por debajo de países como Argentina, Uruguay y Brasil, cuyas coberturas sobrepasan el 80 %.
Restringiendo la cobertura pasiva a quienes reciben pensión contributiva por valores superiores a un (1) salario mínimo mensual legal vigente –smmlv– se observa que el total de pensionados para el año 2019 fue de aproximadamente 1,6 millones. De estas pensiones, cerca del 90 % se encuentran en el RPM, y el 10 % restante, en el RAIS.
En cuanto a sexo y zona, se evidencian importantes asimetrías y rezagos: en promedio, mientras que a nivel urbano el 29 % de la población en edad de jubilación tiene acceso a una pensión contributiva, en zonas rurales solo accede el 8 %; así mismo, la cobertura pensional para hombres se ubica en 30 %, mientras que en mujeres alcanza el 21 %.
«Dada la baja cobertura, el Estado ha optado por ampliar el alcance pensional a través de mecanismos no contributivos, como el programa BEPS con 22.000 beneficiarios en 2019 y Colombia Mayor con 1,6 millones. Sin embargo, si bien el alcance de estos mecanismos focalizados siempre está sujeto a la capacidad fiscal del país, es pertinente tener en consideración el eventual impacto en su financiación dada la crisis por COVID-19», indica el CPC.
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