Efectividad del aseguramiento radica en la calidad de la auditoría

Las Normas Internacionales de Auditoría establecen una serie de requerimientos encaminados a ayudar a los auditores a realizar revisiones efectivas. Es la calidad de la auditoría lo que permite ofrecer un aseguramiento a un nivel adecuado para todos los usuarios de la información financiera. 

Una de las características cualitativas fundamentales de los estados financieros de cualquier organización es la fiabilidad. La fiabilidad es la cualidad que permite garantizar que los estados financieros presentan de manera clara e inequívoca la realidad de la organización. Para lograr esta fiabilidad es necesario que los preparadores de información financiera atiendan de manera oportuna cada uno de los requerimientos establecidos en las normas. 

Sin embargo, los usuarios de los estados financieros también quieren estar seguros de que estos estados, sobre los cuales basan sus decisiones, han sido preparados de conformidad con dichas normas de información financiera, para lo cual se apoyan en los informes del revisor fiscal y del auditor externo. 

Los informes del auditor y los dictámenes del revisor fiscal suelen compartir características comunes, tanto así que el mismo Consejo Técnico de la Contaduría Pública ha emitido varios documentos en los cuales ofrece formatos para cada uno de los tipos de informe de auditor y dictamen de revisor fiscal existentes. 

El asunto del aseguramiento entonces va más allá de un simple informe o dictamen, pues en última instancia dichos documentos son apenas de una o dos páginas, en las cuales el auditor o revisor fiscal emite su concepto acerca de la razonabilidad de los estados financieros. En otras palabras, el informe final se centra en expresar si los estados financieros se consideran “razonables”. Ahora bien, ¿cómo podemos confiar en que el informe del auditor o el dictamen del revisor responden a un adecuado trabajo de auditoría? 

Para apoyar a los usuarios de los estados financieros en su preocupación por la fiabilidad de los mismos existen también unas Normas Internacionales de Auditoría, en cumplimiento de las cuales se espera que tal proceso se lleve a cabo con calidad, de manera consciente, con un nivel adecuado de exigencia y disciplina. 

Es por ello que el Consejo de Normas Internacionales de Auditoría y Aseguramiento –IAASB– (International Auditing and Assurance Standards Board) emitió en febrero de 2014 el Marco para la calidad de la auditoría, documento diseñado con el fin de establecer las bases fundamentales sobre las cuales debe construirse la metodología de trabajo de todo auditor y, en general, de todo aquel que pretenda emitir un concepto acerca de la razonabilidad de los estados financieros revisados. 

Este marco conduce a los auditores a buscar la mejora continua de la calidad de la auditoría, y a expresar, cada vez con mayor vehemencia, la rigurosidad con la cual se lleva a cabo. 

Los usuarios de la información financiera, dado que son quienes se apoyan en los informes y dictámenes, también se ven beneficiados por la existencia del marco para la calidad de la auditoría, pues gracias a él tienen acceso a los fundamentos conceptuales que les permiten estar seguros de que el proceso se ha llevado a cabo en niveles adecuados de exigencia y calidad. 

“A través de los fundamentos conceptuales del marco para la calidad de la auditoría, los encargados de la revisión de los estados financieros pueden transmitir mejor sus inquietudes a la gerencia”

A través de los fundamentos conceptuales del marco para la calidad de la auditoría, los encargados de la revisión de los estados financieros pueden transmitir mejor sus inquietudes a la gerencia, de tal manera que la entidad también contribuya al mejoramiento de la calidad de la información producida. 

También se utiliza el marco para la calidad de la auditoría como un fundamento para la emisión de nuevas normas de auditoría y control de calidad por parte de entes normatizadores de gran reconocimiento mundial. 

En síntesis, si un informe de auditoría o dictamen de revisor fiscal no está respaldado por una adecuada documentación del trabajo de revisión, de tal manera que se concluya que la revisión se llevó a cabo con altos estándares de calidad, es posible que los mismos informes, opiniones o dictámenes empiecen a perder valor entre sus usuarios. 

Finalmente es importante que los encargados de la auditoría sepan comunicar la calidad y el nivel de exigencia que se ha mantenido durante el encargo, para dar mayor tranquilidad a los terceros interesados.

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