Para Carlos A. Molano, el proyecto de ley es un retroceso para la profesión y para el país.
Para el expresidente de la República, César Gaviria, este proyecto no tiene futuro alguno.
Oscar Darío Pérez tampoco está de acuerdo con la propuesta tramitada.
Carlos Augusto Molano, consejero del CTCP, narra en #CharlasConActualícese que en el mes de julio de este año, el contador general de la nación, Pedro Luis Bohórquez, en una reunión anunció la existencia de un acto legislativo que buscaba eliminar la CGN.
«Desde el CTCP nos reunimos con él. De igual forma, llamamos a Álvaro Uribe, como cabeza del Centro Democrático, partido proponente del acto legislativo, para reunirnos con él», indica Molano.
La idea de reunirse con el Centro Democrático era explicar las inconveniencias del proyecto de ley. «Significa un retroceso en la profesión, para el país. Para la ciencia de la contabilidad no traería ningún beneficio», puntualiza.
Frente al tema, el también consejero del CTCP, Jesús María Peña, se reúne con el contador público y representante de dicho partido político, Oscar Darío Pérez, quien le asegura que hará un pronunciamiento porque tampoco estaba de acuerdo con el proyecto.
Los consejeros se pusieron en la tarea de reunir diversas opiniones de quienes en el pasado se involucraron en la creación de la CGN. Uno de ellos fue el expresidente César Gaviria, quien aseguró que el proyecto de ley no tiene futuro alguno.
«Es un viaje al pasado. No podemos permitir que Colombia se devuelva a una época donde no se sabía cuál era el patrimonio de la nación, de los departamentos, del distrito capital, de las CAR y demás entidades. No existía un manejo de las cuentas nacionales», manifestó Gaviria.
De esta forma el expresidente Gaviria dio un parte de tranquilidad y dijo a los consejeros que hablaría con otras bancadas políticas sobre el tema.
El 7 de agosto de 2020, al Consejo Técnico de la Contaduría Pública –CTCP– llega una carta redactada por Óscar Darío Pérez, donde indica que no está de acuerdo por una cantidad de argumentos que allí describe, y se la dirige a Álvaro Uribe Vélez. La idea era que la carta fuera firmada por otros congresistas con título de contadores públicos, quienes defienden a la Contaduría General de la Nación.
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