Cajas de compensación familiar atienden a 22 millones de colombianos (de los cuales el 75 % son clase media emergente) con acceso a educación, cultura, recreación y turismo.
Para el nuevo director de Anif, ya es momento de que lleguen a poblaciones más vulnerables, en particular, a los informales.
Desde el lunes 27 de enero de 2020, el exministro de Protección y exdirector de Planeación, Mauricio Santamaría, dirige la Asociación Nacional de Instituciones Financieras –Anif–. Sí, el mismo centro de estudios que se encargó de armar una polémica alrededor de la eliminación de los intereses a las cesantías y las cajas de compensación familiar para catapultar la creación de empleo en el país.
Santamaría se encargó de bajarle el tono a la polémica, en entrevista con El Tiempo, al reconocer la gran labor que cumplen las cajas de compensación familiar. Manifestó lo siguiente:
«No es razonable decir que uno va a prescindir de las cajas. Vaya y dígales a los millones de afiliados que tienen las cajas que van a dejar de recibir sus subsidios monetarios o que no van a tener los subsidios de educación, no van a tener los temas recreativos o que no van a tener la salud o que no van a tener los temas de acompañamiento a la vejez… Eso es impensable».
“existen otros debates alrededor de las cajas, por ejemplo, que ya es momento de que lleguen a poblaciones más vulnerables, en particular, a los informales”
Para él, existen otros debates alrededor de las cajas, por ejemplo, que ya es momento de que lleguen a poblaciones más vulnerables, en particular, a los informales. También refiere que hay cajas que cumplen una labor excepcional, y hay regiones en las que las cajas no son tan buenas.
«Creo que a las cajas hay que sacarles más jugo. Ya son una institucionalidad establecida, grande, buena, con experiencia en dar subsidios en plata, en prestar educación, en dar salud. Eso no se puede desechar», indica Santamaria.
El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, consideró que la discusión alrededor de las cajas de compensación
“debería centrarse en si no sería mejor que se financien con impuestos generales, como se hizo hace 8 años muy exitosamente con el Sena y el ICBF, con el fin de preservar sus importantes servicios a los trabajadores, pero sin encarecer el empleo formal”.
¿Qué perderían los colombianos si la propuesta tuviera luz verde?
Desde el punto de vista de Adriana María Guillén, presidente de Asocajas, la aprobación de la propuesta realizada por Anif de eliminar las cajas de compensación familiar, como estrategia para incentivar la empleabilidad en el país, pondría en serios aprietos a sectores como vivienda, salud y educación; además de acabar con el acceso a la recreación y la cultura.
Guillén ha manifestado que en cifras serían 6 billones de pesos los que se dejarían de percibir con la eliminación del 4 %, y aseguró que esta prestación social no podría ser asumida por el Ejecutivo.
De manera adicional, se perderían 2 billones de pesos que se destinan para otorgar subsidios de vivienda. Los trabajadores, de igual forma, perderían el acceso a 1.400 jardines infantiles que están disponibles a través de estas.
«Además se perdería el subsidio al desempleo entre otro conjunto de beneficios para el trabajador que si desaparecen no tendrían la fuente para poderlo sustituirlos», advirtió Guillén a los medios de comunicación.
Hoy, las cajas atienden a 22 millones de colombianos (de los cuales el 75 % son clase media emergente) con acceso a educación, cultura, recreación y turismo; dinamizan el sector de la construcción a través de los subsidios de vivienda; apoyan a los trabajadores cesantes a vincularse nuevamente a la vida laboral y entregan subsidios al desempleo.
De igual manera, forman a los trabajadores en conocimiento productivo y atienden la tercera parte de afiliados al sistema general de salud. Cabe mencionar que las personas de las que se ocupan las cajas, no son atendidas por el presupuesto nacional.
Ya se intentó su eliminación
En un comunicado publicado por Asocajas, el gremio indica que con la reforma tributaria del 2012, a través de la cual se eliminaron 13.5 puntos de aportes parafiscales del ICBF y SENA, se muestra un poco el impacto de este tipo de medidas: solo 3 puntos sobre la formalidad empresarial, y entre 1,2 a 2,2 en la tasa de informalidad nacional; es decir, casi imperceptible frente en la creación de trabajo asalariado.
En 2018, Sergio Clavijo, expresidente de Anif, aseguró sobre el desmonte de las cargas parafiscales lo siguiente:
“(…) Si bien el movimiento fue en la dirección correcta de contribuir a mayor formalización laboral, su impacto ha sido más bien marginal, pues la masa de trabajadores que cotiza 12 meses del año continúa siendo tan baja como un 15 % de la población económicamente activa”.
Ahora, ¿por qué dicha reforma no eliminó el aporte a las cajas? Porque el vacío de servicios que generaría en la población, además del hueco fiscal, no podrían ser cubiertos.
https://actualicese.com/cajas-de-compensacion-familiar-su-eliminacion-ya-se-intento-de-forma-fallida/?referer=email&campana=20200131&accion=click&utm_source=act_boletindiario&utm_medium=act_email&utm_campaign=act_boletincontenidos&utm_content=20200131_contribuyente&MD5=415e8678af580f50598f653f78613c8d
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